Cada pieza fue desarrollada con un enfoque sensible, donde el lenguaje visual, la narración y el ritmo fueron cuidadosamente diseñados para facilitar la comprensión de temas complejos como el trauma, la resiliencia, el autocuidado y la contención emocional.

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A partir de guiones provistos por el equipo técnico del programa, construimos una identidad gráfica amable, accesible y coherente que permitiera establecer una conexión cercana con públicos diversos, desde proveedores de servicios hasta comunidades afectadas.

 

El proceso incluyó ilustración de personajes, animación secuencial, locución y edición, todo guiado por el compromiso de aportar a una conversación urgente y necesaria: la importancia de cuidar nuestra salud mental.